lunes, 30 de marzo de 2020

Mensaje para la comunidad del Colegio San Bartolomé
Porque te queremos, te cuidamos.
Te quedás y nos quedamos en casa.


Lazos invisibles
Se rompió la secuencia. Algo se detuvo y la cronología se vio alterada. 
Algo similar le sucedió al espacio.
Desaparecieron las rutinas, los horarios, el trabajo fuera de casa y la escuela. Desapareció el armado de lo cotidiano.
Las representaciones sociales que nos sostenían y ordenaban  ya no son suficiente contención.
Claramente debemos aprender nuevas formas de asimilar lo que sucede, pero es difícil, porque por momentos el exceso de información no nos permite aún entender con claridad.
Este “no saber” lejos de paralizar puede potenciar nuestro accionar y en esto están los niños también.
¿Qué hacer con los niños?
Es fundamental ser claros con lo que transmitimos.
No asustar, pero tampoco infantilizar, esto nos enferma y hay que saberlo.
Es importante transmitir seguridad y esa seguridad hoy solo está relacionada con el aislamiento preventivo y la higiene.
Explicarles que esto tiene un tiempo y luego pasará.
Para los más pequeños podemos abrir espacios de juego, porque el jugar pone en acción el pensar y el hacer.  Con los más grandes podremos intentar informarnos juntos para aprender a cuidarnos ya que realmente de eso se trata, de aprender todos juntos.
Sobrevendrá la angustia y no lo podremos evitar porque forma parte esencial de estos procesos. Se presentará como tristeza, enojo, berrinches y lejos de poder escaparnos, hay que recibirla, desarmarla y darle un nuevo sentido.
De eso se trata, de desarmar los modelos conocidos y rearmarlos con otra lógica.
No existen modelos, ni recetas, pero cada familia dentro de las características propias de cada hogar, puede generar sus propios recursos, establecer acuerdos, coordinar horarios, fijar algunas pautas, delimitar algunos espacios para favorecer la convivencia en estos días.
Acuerdos temporales porque esto pasará y es importante no olvidarlo.
Tiempo y espacio son dos coordenadas fundamentales para la organización de los humanos, tanto para los niños como para los adultos.
Hemos dejado de estar en contacto con muchos, pero los lazos invisibles que a diario nos sostienen están presentes, siguen intactos.
El colegio sigue presente en todos nosotros, cada quien desde su lugar está pensando en cómo acompañar y sentirnos acompañados.
Seguramente muy pronto estaremos juntos habitando el espacio escolar como lo hacíamos habitualmente, hasta entonces podemos seguir comunicados porque lo que se interrumpió fue solo el contacto.
Lic. Evangelina Bravo.
Psicopedagoga.
Nivel inicial y Nivel Primario Colegio San Bartolomé.