Mensaje para la comunidad del Colegio San Bartolomé
Porque te queremos, te cuidamos.
Te quedás y nos quedamos en casa.
Lazos invisibles
Se rompió la secuencia. Algo se detuvo y la
cronología se vio alterada.
Algo similar le sucedió al espacio.
Desaparecieron las rutinas, los horarios, el trabajo
fuera de casa y la escuela. Desapareció el armado de lo cotidiano.
Las representaciones sociales que nos sostenían y
ordenaban ya no son suficiente
contención.
Claramente debemos aprender nuevas formas de asimilar
lo que sucede, pero es difícil, porque por momentos el exceso de información no
nos permite aún entender con claridad.
Este “no saber” lejos de paralizar puede potenciar
nuestro accionar y en esto están los niños también.
¿Qué hacer con los niños?
Es fundamental ser claros con lo que transmitimos.
No asustar, pero tampoco infantilizar, esto nos
enferma y hay que saberlo.
Es importante transmitir seguridad y esa seguridad
hoy solo está relacionada con el aislamiento preventivo y la higiene.
Explicarles que esto tiene un tiempo y luego pasará.
Para los más pequeños podemos abrir espacios de
juego, porque el jugar pone en acción el pensar y el hacer. Con los más grandes podremos intentar
informarnos juntos para aprender a cuidarnos ya que realmente de eso se trata,
de aprender todos juntos.
Sobrevendrá la angustia y no lo podremos evitar
porque forma parte esencial de estos procesos. Se presentará como tristeza,
enojo, berrinches y lejos de poder escaparnos, hay que recibirla, desarmarla y
darle un nuevo sentido.
De eso se trata, de desarmar los modelos conocidos y
rearmarlos con otra lógica.
No existen modelos, ni recetas, pero cada familia
dentro de las características propias de cada hogar, puede generar sus propios
recursos, establecer acuerdos, coordinar horarios, fijar algunas pautas,
delimitar algunos espacios para favorecer la convivencia en estos días.
Acuerdos temporales porque esto pasará y es
importante no olvidarlo.
Tiempo y espacio son dos coordenadas fundamentales
para la organización de los humanos, tanto para los niños como para los
adultos.
Hemos dejado de estar en contacto con muchos, pero
los lazos invisibles que a diario nos sostienen están presentes, siguen
intactos.
El colegio sigue presente en todos nosotros, cada
quien desde su lugar está pensando en cómo acompañar y sentirnos acompañados.
Seguramente muy pronto estaremos juntos habitando el
espacio escolar como lo hacíamos habitualmente, hasta entonces podemos seguir
comunicados porque lo que se interrumpió fue solo el contacto.
Lic. Evangelina Bravo.
Psicopedagoga.
Nivel inicial y Nivel Primario Colegio San Bartolomé.